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El programa 4-H marcha a un ritmo diferente

Un grupo de adolescentes de Windsor, California ha combinado un sonido primitivo con un silbido estridente y movimientos sincronizados para crear un proyecto 4-H novedoso que puede ser duplicado en cualquier parte de los Estados Unidos.

Aún cuando se trata de un proyecto divertido y entretenido, el objetivo real de Windsor Bloco va más allá: ayudar a los jóvenes a evitar las pandillas, a apreciar la diversidad étnica y a encontrar un propósito de vida mientras que se mantienen ocupados durante las horas después de clases.

Bloco, que quiere decir cuadra o manzana en portugués, tiene sus orígenes en el Carnaval de Brasil, en el que ruidosos grupos de juerguistas, asociados con vecindarios particulares o suburbios marchan por las calles unos días antes del Miércoles de Ceniza. Grupos de tamborileros le arrancan ritmos a sus tambores seguidos por un séquito de danzantes que se mueve al ritmo de la tocada.
Windsor Bloco ha demostrado que esta tradición se puede adaptar exitosamente en las escuelas de California con el fin de formar una comunidad que haga frente a los muchos problemas con los que se enfrenta la juventud. Por ejemplo, Bloco puede ayudar a combatir la crisis de obesidad infantil. De acuerdo con el National Center for Health Statistics (Centro Nacional para las Estadísticas sobre Salud) más de uno de cada seis adolescentes estadounidenses entre las edades de 12 a 19 años sufrían de sobrepeso entre  2003-2004. Las presentaciones de Bloco y los ensayos después de las horas de clases pone a los adolescentes de pie y moviéndose.

Como si fuera una familia extendida, Bloco también puede llenar las necesidades básicas de los jóvenes de autoestima, reconocimiento y compañerismo. Ante la ausencia de un ambiente que les ofrezca estos valores, los jóvenes de alto riesgo pueden unirse a  pandillas criminales en su busca de pertenecer a algo. El reporte Crimen en California 2007 del Departamento de Justicia de California reveló que el total de arrestos juveniles durante 2007 llegó a los 200,000, un incremento del 2.5 en comparación con 2002. En ese periodo de tiempo, los delitos mayores se incrementaron en un 7.6 por ciento. Esta creciente prevalencia de violencia juvenil requiere de alternativas positivas y productivas.

Windsor Bloco fue inspirado originalmente por Loco Bloco, un programa Bloco establecido en San Francisco en 1994 en respuesta al creciente recorte de fondos para programas escolares de arte. Después de observar una presentación de Loco Bloco, el consejero de la escuela intermedia Windsor, Dennis Boné y su hijo reunieron a un puñado de estudiantes interesados después de clases para empezar a trabajar con ellos en el desarrollo de habilidades para tocar los tambores y danzar a su ritmo. Los estudiantes han llegado a perfeccionar ritmos y movimientos afro-brasileros, afro-cubanos y hip-hop de todo el mundo. Tras reconocer el potencial que el programa Bloco tienen en la salud y la cultura de los jóvenes, el Programa Juvenil 4-H  en el condado de Sonoma adoptó el concepto en 2002.

“Empezamos solamente con 14 muchachos. Ahora tenemos 50”, dijo Boné. “Hemos tenido a muchachos maravillosos participando en el programa. El año pasado, perdimos a muchos de ellos porque se fueron a la Universidad, consiguieron empleo o se graduaron de la preparatoria, pero no perdimos a ninguno de debido a la violencia, drogas o alcohol”.

La consejera del programa 4-H Evelyn Conklin-Ginop organizó a este grupo en un club no tradicional del programa 4-H y le dio un impulso al concepto con un subsidio de cinco años por parte de la Iniciativa para Riesgos del U.S. Department of Agriculture’s Children, Youth and Families (Departamento de Agricultura para Niños, Jóvenes y Familias). Los fondos permitieron a Windsor Bloco atraer a danzantes profesionales y maestros de percusión, comprar tambores de calidad, mazos, silbatos y otros implementos; pagar por los gastos de viaje y cuotas para participar en festivales.

Windsor Bloco ha probado ser efectivo en ayudar a mejorar las vidas de los jóvenes. Conklin-Ginop condujo un estudio de cuatro años para confirmar el valor del programa de manera estadística. Cada año, Conlin-Ginop entrevista a los estudiantes antes y después de haber participado en el programa Bloco de después de clases. Al final, un número significativo de adolescentes estaba siendo más activo y practicando mejores hábitos de alimentación. Los adolescentes que participan en el programa Bloco han expresado una mayor apreciación por la cultura de otros grupos. Han dicho que es importante para jóvenes de su edad pasar tiempo con jóvenes de otras culturas con el fin de desarrollar un entendimiento y aceptación. Muchos de los adolescentes han dicho que ven a Bloco como una alternativa a las pandillas.

“El mensaje es claro”, dijo Conklin-Ginop. “Los jóvenes ven a este programa de después de clases como algo que les ayudará a resistirse a las pandillas”.

El éxito de Windsor Bloco fue también reconocido por el USDA Cooperative State Research, Education and Extension Service (Cooperativa Estatal para la Investigación, Educación y Servicio de Extensión del USDA) el cual lo nombró “programa distinguido” a principios de año. Windsor Bloco fue uno de cinco programas nacionales en recibir este importante reconocimiento.

Ahora el objetivo de 4-H es expander este exitoso programa de desarrollo juvenil a otros condados. Conklin-Ginop se encuentra escribiendo un manual que resuma los pasos a seguir para establecer un programa Bloco para después de clases. El documento explicará cómo cualquier condado puede utilizar el concepto no tradicional de 4-H para prevenir la participación en pandillas, promover la diversidad cultural y fomentar un estilo de vida saludable.